sábado, 11 de octubre de 2008

Francisco Linares Alcántara


Francisco Linares Alcántara (Turmero, Aragua, 1828 - La Guaira, 30 de noviembre de 1878), Militar y político venezolano, presidente de la República durante el período 1877-1879. Hijo del general Francisco de Paula Alcántara, prócer de la Independencia, y de Trinidad Linares. Inició su carrera militar en 1846, al combatir el alzamiento de Ezequiel Zamora (7.11.1846) y Francisco Rangel. La inestabilidad política de la época en que vivió, le obligó a tomar las armas en numerosas ocasiones en defensa de la institucionalidad, durante los gobiernos de José Tadeo Monagas y José Gregorio Monagas (1847-1858) y de Julián Castro (1858-1859), asimismo, participó en la Guerra Federal (1859-1863) y posteriormente, en defensa de la causa liberal (1868-1870). Su carrera política la inició en el año 1854 como diputado al Congreso Nacional por el estado Aragua. En 1873, fue nombrado por Antonio Guzmán Blanco como primer designado de la República, por lo que se encargó del Poder Ejecutivo ese año y el siguiente.




En 1876, disputó la candidatura a la primera magistratura de la República, al general Hermenegildo G. Zavarce, para el período presidencial 1877-1879, resultando electo presidente por el Congreso Nacional el 27 de febrero de 1877. Entre los hechos más resaltantes de su gestión presidencial, se encuentra el traslado de los restos de José María Vargas al Panteón Nacional, la expedición del decreto que permitía el regreso a la patria a todos los venezolanos que estuvieran fuera del país por causas políticas, así como la suspensión de todos los procesos políticos y la expedición del decreto que reabría el Colegio de Ingenieros de Venezuela (15.11.1877). En reconocimiento a la paz y amnistía que reinó durante su mandato, fue apodado «El Gran Demócrata».



Durante su gobierno se inició en Caracas, Valencia y otras poblaciones una reacción contra el ex presidente Antonio Guzmán Blanco, quien se había ausentado del país después de haber asumido la presidencia Linares Alcántara, pero todavía continuaba ejerciendo influencia a través de sus partidarios; uno de los voceros de la protesta antiguzmancista fue el periódico La Tribuna Liberal. Según muchos Linares Alcántara alentó estas acciones en contra de la figura de Guzmán. El 21 de noviembre de 1878, salió de Caracas hacia La Guaira y, en el camino, contrajo una afección bronquial que le obligó a guardar cama; su estado empeoró rápidamente y 9 días después, murió en La Guaira en la casa de la Compañía Guipuzcoana. El 9 de diciembre, el general Jacinto Gutiérrez, presidente encargado de la República según la ley por ser el presidente de la Alta Corte Federal, decretó el traslado de sus restos al Panteón Nacional, cuya inhumación se produjo el 4 de diciembre del mencionado año. Fue masón en grado 33.


El desafío de oír

Oír es una proeza, es un acto implícito de sabiduría:

Con frecuencia el receptor no oye lo que el otro habla
Oye lo que el otro no está diciendo
Oye lo que quiere oír
Oye lo que le gustaría oír que el otro dijese.
En una conversación, los que participan de ella no oyen lo que el otro está hablando, oyen apenas lo que están pensando para decirlo enseguida.
Oír no es escuchar
Oír es procurar comprender en toda su extensión y profundidad lo que el otro está diciendo.
Oír es VER. Escuchar es MIRAR

No oír implica:
¡No aceptar los nuevos paradigmas ¡